viernes, 13 de febrero de 2015

El círculo Ciencia-Tecnología-Sociedad (T11)



La orientación de la investigación hacia resultados útiles para el desarrollo de la industria y de la sociedad es una de las características principales de la investigación en ingeniería. En ciencias más “duras” como las matemáticas, la física, etc. es más entendible que se lleven a cabo investigaciones que no se plasmen en aplicaciones reales, al menos a corto plazo. Desde mi punto de vista este hecho es razonable y normal, ya que la producción científica de estas áreas es la materia prima de otras (como la propia ingeniería) que son las que lo trasladan a la sociedad en forma de avances tecnológicos. En muchas ocasiones es difícil valorar  si un tema concreto de investigación se va a convertir en un avance tecnológico o va a morir en folios llenos de texto y fórmulas. Por lo tanto creo que está bien que los investigadores tengamos presente la búsqueda de aplicaciones útiles para nuestras investigaciones, pero tampoco hay que olvidar que a veces pueden tener sentido investigaciones menos aplicables, ya que en un futuro se pueden convertir en herramientas indispensables para otros investigadores.

Respecto a la primera de las entradas de este tema, el texto que más me ha llamado la atención es el del INE. Son interesantes los comentarios que hace sobre los indicadores de percepción pública de la ciencia, que clasifica en tres grupos: indicadores de cultura científica, de implicación y de actitud. Mediante esta clasificación, ese apartado del texto me ha ayudado a analizar más en profundidad las diferentes actitudes que se pueden adoptar ante la ciencia. Del análisis que lleva a cabo sobre la innovación en España a lo largo de las últimas décadas, no es que me hayan llamado la atención sus afirmaciones, porque ya sabemos el lugar que ocupamos a nivel europeo. Sin embargo ha sido interesante leer los datos concretos y las conclusiones a las que llegan los autores. Me ha resultado especialmente curioso el cuadro en el que se analiza el porcentaje de hogares españoles que disponen de bienes de contenido tecnológico.

La otra entrada que he leído ha sido la de “Cambio deliderazgo en la ciencia mundial”. Desde hace bastante tiempo se está viendo que China no para de crecer y su potencial de seguir creciendo parece inagotable. Años atrás su única ventaja competitiva era que trabajaban mucho y muy barato, aunque la calidad de sus productos era deficiente y la tecnología que usaban bastante obsoleta. Sin embargo,  en los últimos años, su modelo de economía está cambiando de forma espectacular. Le dan cada vez más importancia a la calidad de los productos y del servicio que prestan, cualidades que habían sido la principal baza competitiva de los países occidentales. Desde mi punto de vista, el aumento de producción científica es una manifestación de este interés por la calidad en sus productos. 

Tal como se ha venido demostrando últimamente, cuando los chinos van en una dirección, arrasan. Está claro que, al igual que ha pasado con el sector productivo, va a ser muy difícil competir con ellos a nivel de investigación, pero sin duda vamos a estar ahí dando el callo.  

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